Yo vendedor  

Yo vendedor  

Hace muuuuchos años… un profesor de una escuela de negocios y gran vendedor me dijo algo así como:

“el oficio de vendedor no caducará nunca, se puede hacer contabilidad o logística con máquinas, pero ninguna máquina podrá nunca sustituir las relaciones personales”.

Sus palabras se introdujeron en mi cerebro y se transformaron en creencia, una creencia que ha durado unas décadas… pero la venta, como toda área de cualquier negocio también está expuesta al cambio de paradigma que genera la tecnología.

 

Ya hace casi un lustro del informe del Foro Económico Mundial (más conocido como el Foro de Davos), que decía que los cambios tecnológicos iban a dar “guerra” al mercado laboral, sobre todo en ámbitos de la fabricación, funciones administrativas y oficina en general. Ha sido así… y más aún…

La tecnología y por supuesto la COVID-19 ha cambiado el panorama en mucho, el que crea que porque su oficio (sí oficio) es el de vendedor lo mantiene fuera de peligro se equivoca, de largo.

Está claro que el mejor vendedor de hace 20 años no cumpliría (casi con seguridad) con un perfil adecuado en la mayoría de las empresas de hoy, que gestionen sus empresas como se han de gestionar hoy y que tengan proyección de futuro. Aquellas que dentro de 10 años liderarán los mercados.

Si piensas eso de que “vender es vender y siempre ha sido lo mismo”… vas mal encaminado. Vender ya es a día de hoy un arte que requiere alta formación y disposición al cambio.

En general, todo vendedor trabaja bien el “factor de incertidumbre” está en su ADN, pero ahora, este factor ya no habla de qué pasará el año que viene, o cómo va a ser mi jubilación… ahora este factor está presente en si vas a vender mañana, o en cómo va a acabar el mes.

Todos/as estamos de acuerdo en que el cliente de hoy no es como el de antes, ya que:

  • Está mucho más informado.
  • Está mucho más globalizado y con una ventana al mundo en su bolsillo.
  • Espera y aspira más de cualquier tipo de compra, espera una experiencia positiva.
  • Valora más la ecología.
  • Tiene mucho más poder en la balanza de negociación.
  • Tiene a su disposición toda la oferta (y más) de la que pueda desear.
  • Es más viejo
  • … y mucho más que no detallo para no hacerme pesado…

Está claro que las variables de compra han cambiado, ahora hablamos de “orientación al cliente” o de “experiencia de compra”, o de “Neuromarketing”… las habilidades del vendedor han de ser muy diferentes, más profesional, más informado y formado (técnica y personalmente), al día con las nuevas tecnologías… y lo más importante, dispuesto a aceptar los cambios continuos en la empresa y los mercados.

Y todo eso, lo ha de saber combinar muy bien entre la presencia física y la webcam.

Está claro que los clientes compran diferente… deberemos vender diferente…

Un vendedor de hoy ha de saber darle al cliente lo que quiere, como el cliente quiere en el plazo que el cliente quiere, el cliente es el rey, el jefe.

El perfil clásico del vendedor charlatán, el que tiene “palique” y “vende una novela a un ciego” está ya desfasado, fuera de juego… puede tener cabida en algunos nichos o modelos de negocio muy determinados, pero en general está obsoleto. El nuevo perfil, el del profesional formado, capaz de manejar las técnicas de relación personal, la comunicación no verbal, la habilidad de relacionarse, las nuevas tecnologías… es el vendedor de hoy.

Igualmente pasa con el perfil del Jefe de ventas o Director Comercial, que han de pasar de ser jefes a ser líderes… si quieren tener un buen equipo comercial.

Todo eso y mucho más lo podrás aprender en mi curso de ventas, ventas para vendedores, para los que saben y quieren saber más, para los que saben menos y quieren saber, para los que temen la venta y quieren, de una vez por todas, entender el oficio desde dentro.

Puedes verlo i oírlo en este testimonio https://bit.ly/2KSKtng y mucha más información en mi sitio web diego-albadalejo.es

¿Hablamos?

“Hay únicamente un jefe: el cliente. Y este puede despedir a todo el mundo en la empresa,

desde el presidente hasta el de más abajo, simplemente gastando su dinero en otra parte”

 Sam Walton